Este martes, la Cámara de Diputados dio media sanción a un proyecto de ley que busca mejorar las jubilaciones frente a la pérdida de poder adquisitivo. Con 162 votos a favor, 72 en contra y 8 abstenciones, la iniciativa propone una actualización mensual de las jubilaciones basada en el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Además, se establece una compensación del 8,1% para cubrir la inflación no contemplada en el aumento previo.
El proyecto también estipula que la jubilación mínima sea equivalente al 1.09 del valor de la Canasta Básica Total de un adulto. Incluye un adicional anual del 50% de la variación entre el Remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE) y el IPC, para garantizar que el IPC no se convierta en un techo para los haberes en contextos de crecimiento económico.
De acuerdo con el proyecto aprobado, y tomando como referencia la canasta básica de abril de $268.012, la jubilación mínima alcanzaría aproximadamente los $292.000. Sin embargo, el presidente Javier Milei ha expresado su intención de vetar la ley para mantener el superávit fiscal y evitar el aumento del déficit.
Milei afirmó en su cuenta de X: “No voy a entregar el equilibrio fiscal de ningún modo. Defenderé la caja a veto puro si es necesario”. Por su parte, el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, cuestionó la falta de claridad sobre el origen de los fondos necesarios para financiar el aumento propuesto.
Actualmente, las jubilaciones se actualizan con la fórmula de movilidad del gobierno, que ajusta los haberes con dos meses de rezago respecto a la inflación. En junio, la jubilación mínima es de $206.931, más un bono de $70.000. Con una inflación estimada del 4,5% en mayo, el monto alcanzaría los $216.242 en julio, o $286.242 si se repitiera el bono.
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