Los cambios propuestos en el proyecto de ley para reimplantar el impuesto a las ganancias, ahora denominado gravamen sobre los ingresos personales, plantean desafíos adicionales para los legisladores, especialmente aquellos representantes de regiones como la Patagonia. La exclusión del diferencial por zona desfavorable impactará negativamente en los salarios de numerosos trabajadores.
Las alícuotas, que oscilan entre el 3% y el 35%, se aplicarán progresivamente a medida que los ingresos superen estos umbrales. Esto significa que un trabajador soltero podría comenzar pagando una retención mínima de 3.000 pesos al mes, pero para un sueldo de 5 millones de pesos, la retención mensual podría alcanzar los 850.000 pesos.
Además, se elimina la exención del aguinaldo, lo que tendrá un fuerte impacto en los meses de junio y diciembre. Otro cambio significativo es que la actualización del impuesto se hará anualmente en base al Índice de Precios al Consumidor, lo que ampliará la cantidad de trabajadores alcanzados por el tributo.
Se eliminan también las exenciones sobre horas extras del personal militar y se amplía la base imponible para el personal de salud. En el caso de los petroleros, se eliminan exenciones para el personal jerárquico en rubros como viandas y horas de viaje.
Es importante destacar que estas medidas no serán retroactivas a enero, pero se establece una deducción especial para evitar la tributación retroactiva. Los impactos de estas medidas serán crucialmente importantes para los habitantes de la zona patagónica, quienes enfrentan costos de vida significativamente más altos.
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