Femicidios en Comodoro

El último femicidio registrado en Comodoro Rivadavia, fue uno de los más resonantes, por la brutalidad, el contexto y la violencia vertida. Se trata del femicidio de la locutora y docente de la Escuela Perito Moreno, Daniela Velasco (53), quien aquella tarde del 5 de noviembre de 2021, salía de la institución educativa, donde impartía clases de lengua, y a plena luz del día, y frente a decenas de personas, tanto estudiantes, como padres, y otros docentes, atacó a puñaladas a Velasco, provocándole la muerte ante la gravedad de las heridas.

El autor, Miguel Ángel Asencio, con quien habían mantenido una breve relación que había llegado a su fin, quiso escapar de la escena, pero fue interceptado a escasos metros. Acorralado por la policía, amenazó con atentar contra su vida, hasta que se entregó. Desde aquel momento fue detenido mientras era sometido al proceso judicial. En diciembre de 2022 fue condenado a cadena perpetua.

El 29 de agosto de 2020, Yanina Montes Castro (36), fue encontrada sin vida en su domicilio del barrio José Fuchs, había sido apuñalada 87 veces por su pareja, Luis Eduardo Gómez, quien fue detenido luego del hecho. Aquella noche habían concurrido a la casa de una amiga de la víctima y posteriormente al domicilio donde ocurrió el crimen.

En abril de 2022, Gómez declarado penalmente responsable del delito de “homicidio agravado por el vínculo, por ensañamiento y mediando violencia de género, femicidio” y condenado a prisión perpetua.

El 19 de junio de 2019, Daniela Fernández Quelca fue asesinada por su expareja, Eduardo Atanacio Pardo, si bien estaban separados seguían en contacto, de manera que se encontraron en el inquilinato donde residían en barrio Moure. Tras una discusión ambos se retiran en dirección a calle Ricardo Torá, pero Pardo, tomó un bloque con el cual le asestó un golpe en la cabeza a la mujer provocándole la muerte.

En mayo de 2021 fue declarado responsable del delito de “homicidio doblemente agravado, por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre en contra de una mujer, mediando violencia de género (femicidio)” y condenado a prisión perpetua.

El femicidio de María Soledad Arrieta (38) tuvo lugar el 5 de febrero de 2018, la mujer se encontraba en la parte trasera de su vivienda del barrio Abel Amaya, cuando se hizo presente su esposo, Gustavo Servera, quien residía en el inmueble ubicado en la parte delantera del predio. Según reconstruyó la fiscalía en aquel momento, el hombre ingresó por una ventana lateral y redujo a Arrieta mediante golpes y utilizando un lazo metálico que le colocó alrededor del cuello. Le provocó escoriaciones en diversas partes del cuerpo. Tras ello, llevó a la víctima al dormitorio de la vivienda, donde la roció con un líquido inflamable y la prendió fuego. Tras ello se retiró del lugar. La mujer murió por quemadura extensa y de vías aérea. La relación entre ambos estaba signada por la violencia de género.

En septiembre de 2019 se realizó el juicio contra Servera, siendo declarado responsable por el delito de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por ser cometido por un hombre contra una mujer, mediando violencia de género” y condenado a cadena perpetua.

El crimen de Débora Martínez (28), tuvo lugar entre la noche del 26 y madrugada del 27 de enero de 2017 en el barrio Próspero Palazzo, cuando se encontraba en su vivienda con Nelson Aguilante, su pareja. Aquel día, el hombre empezó a agredirla a golpes y con objetos contundentes, provocándole múltiples escoriaciones y equimosis, para posteriormente, asfixiarla con sus manos, causándole la muerte por asfixia mecánica por estrangulamiento.

El sujeto fue detenido y varias personas declararon en marzo de 2018, en juicio, dando cuenta de sus actitudes violentas. En aquel momento fue declarado culpable del delito de “homicidio agravado por haber sido cometido contra una persona con que se mantiene una relación de pareja y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer, mediando violencia de género, en concurso ideal”, condenado a prisión perpetua.

El 12 de septiembre de 2016, el prefecto Osvaldo Soria ingresó a la vivienda de su expareja en barrio Standard, eran las 4 de la madrugada de manera que todos dormían en el interior del domicilio.

Así sorprendió primero a Gustavo Contreras, hermano de su expareja Fabiana y le disparó en dos oportunidades, impactando una de las balas en el tórax y otra en la ingle, causándole la muerte. Tras ello, alcanzó a su ex, a quien le pegó un culatazo mientras estaba con los hijos que tenían en común, de tan solo 8 y 9 años. Luego se dirigió a la habitación de su exsuegra, Lidia Peralta (54) a quien asesinó de dos disparos y luego ejecutó a Yasmin Contreras (14), hija de Fabiana, de un tiro en la cabeza.

También lesionó a otra de sus cuñadas quien estaba con su hijo y cuando intentaba escapar, a otro de los hijos de Fabiana, pero en medio de la violencia desplegada, procuró reservar una bala en la recámara de su arma reglamentaria, para suicidarse. No podía aceptar el fin de la relación y decidió cometer la masacre para vengarse.

El 27 de agosto de 2016, eran cerca de las 23 horas cuando Valeria Palma (21) y Mario Diaz tuvieron una discusión en el inquilinato donde residían en barrio Máximo Abásolo, pero en un momento dado, el sujeto tomó un martillo y comenzó a golpear a su pareja. Al escuchar los gritos, intervino el propietario del alquiler quien le quitó el martillo al agresor, pero lejos de detenerse, siguió agrediendo a la mujer con un cuchillo, provocándole heridas gravísimas, en el rostro; en la cabeza y en el tórax y abdomen se contabilizaron cerca de 24 lesiones, lo que le provocó la muerte.

Diaz fue detenido por el brutal hecho, en junio de 2017 atravesó el juicio donde fue declarado autor penalmente responsable del delito de homicidio simple, condenado a 18 años de prisión y tras una revisión de la Cámara se transformaron en 19 años de prisión. En 2021 se suicidó en la celda del Instituto Provincial Penitenciario donde estaba alojado.

La medianoche del 23 de marzo de 2016 Vanesa Farías (38), salió de la casa de sus padres en calle Saavedra al 200 para dirigirse a un kiosco en busca de cigarrillos, junto a su actual pareja y su pequeño hijo de 3 años. Al llegar a la intersección con Velez Sarfield, fue sorprendida por su ex, Horacio Atay quien primero golpeó al novio de la mujer y luego, con un cúter, le asestó más de diez apuñaladas a Farias, a la altura del corazón, pulmones, brazos y rostro. Luego de ello, Atay huyó mientras que Farías permaneció tres días internada hasta que perdió la vida. Estaba embarazada cuando ocurrió el brutal crimen. antes de lo ocurrido, la víctima había denunciado al sujeto por violencia de género.

El femicida logró escapar, incluso salir de la ciudad y el 28 de junio fue encontrado ahorcado en un departamento que había alquilado en Bahía Blanca.

El 24 de enero de 2016, la suegra de Valeria Vivar, se comunicó con la policía indicando que se había suicidado en el domicilio donde residían junto a su hijo, Héctor Rubén Gallardo, en barrio Pietrobelli. Sin embargo, había cuestiones que no cerraban lo que hizo que se caratulara como una muerte dudosa. Tras pericias y unos dos años de investigación se conoció que fue un crimen. Gallardo había estrangulado a su pareja, le había realizado cortes en el brazo y colgado con una sábana desde la viga del lavadero para ocultar el femicidio.

Así, en 2019 tanto Gallardo como su madre fueron sometidos a juicio, la mujer fue absuelta mientras que el hombre en abril de 2019 fue condenado a la pena de prisión perpetua por homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género.

El 14 de diciembre de 2013 Yasmín Chacoma (11) alrededor de las 21 horas, salió de su domicilio en las 1008 viviendas para comprar en el supermercado “La Anónima” ubicado en frente, como lo hacía cotidianamente, pero aquella oportunidad no regresó. Su familia hizo la denuncia y comenzaron la búsqueda, a partir de los datos de cámaras de seguridad, constataron que al salir iba caminando junto a un hombre hacia la extensión de las 1008. Dos días después, encontraron su cuerpo sin vida en un descampado en la zona de la antena de Radio Nacional. Había sido violada y ahorcada con una soga.

Al procesar el ADN encontrado, el sistema inmediatamente dio cuenta que el autor había sido Miguel Angel Pallalaf, quien desde 2005 estaba cumpliendo condena en Trelew por dos violaciones, pero en marzo de 2013 había sido beneficiado con salidas transitorias, aprovechando esta oportunidad para escapar hacia Comodoro. Después del crimen volvió a huir a la zona del valle, siendo hallado el 4 de febrero de 2014 en Puerto Madryn.

En abril de 2015 fue hallado penalmente responsable del delito de abuso sexual y de homicidio criminis causa, siendo condenado a prisión perpetua. Pero el caso no está cerrado, dado que Pallalaf no habría actuado solo, otro ADN fue encontrado en Yasmin, de un masculino sin parentesco con quienes están registrados en la base de datos, quien aún es buscado.

El 27 de enero de 2013, ocurrió el femicidio de Daniela Flores (26) recibió una puñalada mortal en el cuello, todo había ocurrido en el domicilio que compartían con su pareja, Segundo Vargas, en el barrio Quirno Costa. En primera instancia, el hombre trasladó de manera particular a la víctima, pero cuando llegaron ya era tarde había perecido. Indicaba que la mujer se había autolesionado pero tras descubrirse que él la había herido, fue detenido.

En febrero de 2014 fue condenado a 20 años de prisión por el delito de homicidio calificado, posteriormente readecuaron la pena a 19 años y luego a tan solo 12. En 2021 fue detenido en Trevelin por un hecho de violencia de género, estaba con libertad condicional.

El 28 de diciembre de 2011, Estela Alicia López falleció luego de 8 días de sufrimiento por las quemaduras que le afectaron gran parte del cuerpo. Su pareja, Gerardo Julio, indicó que la mujer se había arrojado sobre las hornallas, sin embargo y pese a que el caso fue caratulado como accidente doméstico, sus familiares insistieron en que se trató de un femicidio, dado que había denunciado previamente al hombre por violencia doméstica, al igual que los vecinos.

El 23 de julio de 2009 en horas de la madrugada, Wenseslao González Vejar dormía en la cama matrimonial junto a su esposa, Iris Martínez (47), en un momento dado se levantó, buscó un cuchillo y la apuñaló en la espalda, provocando la muerte de la mujer. Una de las hijas de la pareja, que dormía en la habitación despertó e intentó desarmar a su padre así como asistió a su madre.

El hombre fue detenido y en septiembre de 2010 condenado a la pena de prisión perpetua por homicidio agravado por el vínculo, sin embargo, la Cámara Penal redujo la pena a 10 años de prisión al admitir el planteo de la defensa que indicaba que Vejar padecía “delirio celotípico”.

Nadia Epulef salía con Celestino Damián Vera, pero tras una pelea y separación, Vera llegó a la casa familiar con un revólver. Todo ocurrió la madrugada del 15 de marzo de 2010, cuando comenzó a disparar con intenciones de matar a su novia, pero terminó asesinando a su hermana, Eliana Epulef (24), quien hacia poco tiempo había llegado a la ciudad desde Mendoza y tenía un bebé de seis meses.

Entre julio y agosto de 2012 fue enjuiciado y se dispuso la pena de 10 años y 8 meses de prisión por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, tras una impugnación, la Cámara Penal redujo la pena a 5 años y 8 meses de prisión, pero luego esta situación fue revertida por el Superior volviendo a la pena inicial.

El 12 de noviembre de 1998 asesinaron a Gabriela Zuñiga (18). El autor fue su pareja de 17 años. Aquel día habían peleado y terminado la relación, pero el joven pidió hablar, lo que no imaginaba es que fuera a suceder lo que ocurrió. Él la asesinó y entrerró su cuerpo en un descampado en la zona de Bella Vista Sur pero su acción fue advertida por una pareja quienes alertaron a la comisaría. Pronto llegaron encontrando el cuerpo sin vida, fue el padre de Gabriela, quien trabajaba en la dependencia interviniente quien la encontró. Tras dilucidar lo que sucedía detuvieron al joven quien estuvo detenido solamente desde 12 de noviembre de 1998 hasta el 1 de marzo del año siguiente, pues accedió a salidas transitorias.