Por Luciana Robledo
Dicen que ‘una foto vale más que mil palabras’ y Teo Nürnberg, un apasionado de la fotografía y por el rescate de la historia a través de la imagen, supo escribir un relato fotográfico sobre el paso del tiempo en la ciudad, recopilando registros de lo cotidiano, de su gente y lo magnífico de su paisaje.
A partir de cientos de imágenes ayudó a reconstruir el pasado de Comodoro Rivadavia, por el simple placer de compartir sus tesoros con otros. Teo no solo brindó grandes aportes al Archivo Histórico de la ciudad y a la Biblioteca de la Universidad Nacional de la Patagonia, sino que también acompañó con sus consejos a cientos de personas a involucrarse en el mundo de la imagen.
Nacido en 1931, descubrió su afición por la fotografía desde chico, aunque se formalizó en 1977 en su paso por el Fotoclub Argentino, en Buenos Aires. “Estuve 5 años viviendo en el Fotoclub Argentino, era muy fuerte para mí. Me hizo ver que la fotografía es algo más que una palabra y que la imagen siempre tiene que decir algo”, contó en el 2012, a sus 81 años.
Registrando lo cotidiano
De la fotografía social a la fotografía de autor, Teo siempre hizo fotos teniendo un particular deseo de expresar y documentar, con la expectativa de encontrar algo que lo sorprenda y pueda ser registrado a través de su cámara. No sólo fotografió con la idea de construir obras artísticas, sino también con el deseo de registrar el día a día, de esa forma fue armando una galería de miles de fotos que dan cuenta del paso del tiempo en Comodoro.
Su hijo, también llamado Teo Nürnberg, expresó: “La imagen de mi viejo fotógrafo artístico existe básicamente con los paisajes, que quizás es lo más conocido, pero hay una actividad fotográfica de papá que fue realizada más allá del rótulo fotógrafo, era simplemente andar con una cámara registrando su vida. Mi abuelo hacía lo mismo y las fotografías son bellísimas, son sencillas escenas familiares, que no tienen pretensiones de arte”, relató.
“Hay miles fotos de Comodoro sacadas por papá. Algo que hacía siempre es que se iba al cerro y sacaba fotos de la ciudad. Entonces te encontras con una foto de los ‘80 y la comparas con lo que es hoy y ves que es increíble el cambio, ves la transformación de la ciudad muy reflejada en cada foto”, resalta.
Teodoro fue uno de los grandes impulsores de la recuperación del patrimonio fotográfico de la ciudad. Otros fotógrafos locales o simplemente personas que tenían guardada alguna foto particular, se acercaban a Expocolor, el histórico local ubicado sobre calle Alem, para resguardar la historia en manos de Teo. Allí pueden encontrarse desde fotos cotidianas en los barrios o retratos familiares, hasta eventos sociales o protestas.
Luego de varios años de trabajo, Nürnberg compartió aproximadamente 4000 imágenes tomadas entre 1901 y 1944, tanto propias como de otros fotógrafos que aportaron a la causa. El objetivo principal era que los registros no se pierdan y puedan ser compartidos: “Se comparte lo que uno tiene. ¿De qué sirve que uno tenga algo bueno y no lo comparta?”, sostenía.
Un compromiso que busca trascender
El 30 de enero de 2021, Comodoro despidió a Teo, el apasionado, el maestro y el guardián; quién no solo es recordado por su excepcional trabajo, sino sobre todo por su excelente calidad humana.
Su tarea sigue en pie a través del Fondo Nürnberg, a cargo de Teo Nürnberg (hijo) y Enzo Antoniazzi, quiénes continúan poniendo en valor los registros de distintos fotógrafos locales con eje principal en la obra inédita de Teodoro. Según explican, la idea nace a partir de “la comprensión cabal de que acá hay un tesoro cultural. Nos divierte trabajar en este tesoro para poder ofrecerlo a la ciudad y que nos trascienda".
Llevan recuperadas un aproximado de 10000 fotografías que hasta el momento no habían sido compartidas con el afuera, incluso muchas de ellas ni siquiera habían sido reveladas. La tarea de recuperar, revelar, escanear y archivar es un compromiso que los une.
Con cada imagen sacan a la luz los registros de cómo se fue construyendo Comodoro y se comprenden cada vez más las motivaciones iniciales. “En las fotos ves cosas que pasan ahora que también pasaban antes. Por ejemplo, los cortes de agua, hay fotos de corte de agua y de gente yendo a buscar agua con un balde. En la historia de las fotos encontras el presente de alguna forma”, expresó Antoniazzi.
“Uno tiene una imagen creada de su ciudad, cada uno tiene una imagen propia sobre Comodoro por sus vivencias. Con estas fotografías empezas a ver otro costado, empezas a ilustrar la ciudad con fotos que te hacen verla de otra manera y para mi ahí está el valor, cuando corres el foco y aparece lo mágico”, manifestó Antoniazzi.
Las fotos del archivo pueden ser visitadas a través de la página de Facebook como Fondo Nürnberg y en Instagram como @fondo.nurnberg
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