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En nuestra ciudad, en el barrio Don Bosco –Kilómetro 8-, se encuentra la ermita a la Virgen de Fátima, entronizada en 1965. Esta escultura fue donada por la Familia Cabral Márques.
Comodoro Rivadavia es una ciudad que refleja en muchos de sus barrios, las creencias y prácticas religiosas de los vecinos, a través de la existencia de ermitas y santuarios, destinados a la devoción y el culto.
Sin embargo, detrás de los objetos materiales y de los escritos que componen este patrimonio, están las personas de la iglesia católica que, en su camino por la vida, los construyeron y/o utilizaron. Cada una de estas construcciones guardan una riqueza escondida de vida que se ofrece a lo largo de las generaciones, incluso atravesando el presente.
Uno de los nietos de los donantes, el doctor Daniel Márques, refiriéndose a este hecho, comentó que la imagen fue solicitada por sus abuelos a un especialista en esculturas religiosas mientras se encontraban de viaje en Portugal.
Sin embargo, tiempo después, la escultura de la Virgen de Fátima se trasladó al barrio Don Bosco, aunque la familia Cabral Márques nunca vivió en ese sector de la ciudad.
La Capilla de km. 8 fue levantada en 1957, bajo el obispado de Monseñor Carlos Mariano Pérez, y se estableció como Parroquia “Patrocinio de Don Bosco”, el 30 de agosto de 1964, siendo su primer párroco el presbítero Demófilo Fernández.
Cabe aclarar que el terreno donde se encuentra la parroquia y la ermita fue donado en el año 1956 por la empresa Petroquímica para la instalación de un Oratorio.
Desde el 21 de octubre del 2006 descansan, a los pies de la Virgen de Fátima, los restos del Padre Demófilo Fernández, quien dedicó 34 años de su vida a esta parroquia, dando cumplimiento así a su última voluntad.
La ermita de la Virgen de Fátima es uno de los tantos espacios sagrados que forman parte del paisaje urbano de Comodoro Rivadavia. Conocer su historia nos permite saber de la entrega y compromiso de personas que formaron parte de nuestra comunidad.