En el marco de la presentación de la colecta de Cáritas, este martes, el obispo Jorge Luis Wagner hizo referencia al informe de la Universidad Católica Argentina UCA que brinda datos y estadísticas sobre los niveles de pobreza e indigencia en Argentina.
Según el informe, la pobreza aumentó a un alarmante 55,5% de la población en el primer trimestre de 2024 y la indigencia marcó un 17,5%.
“Son 33 millones de personas bajo esta realidad con una situación muy particular en la que mucha gente tiene trabajo pero aún así no llega a lo que es la canasta básica. Eso lo vemos mucho, y por otro lado, se nota también la desocupación, muchas personas que vienen en estos días manifestando que han sido despedidas”, dijo.
Ante está situación señaló que “tenemos que tener gestos concretos, donde tenemos que redoblar a la apuesta, gestos de cercanía, de apoyo, de acompañamiento y Cáritas también es eso, no solamente el dar alimentos, o una asistencia en ropa, sino que también es poder acompañar y poder escuchar. La gente llega muy afligida”.
Continúo diciendo que, “por supuesto en este momento está la emergencia alimentaria por un lado, pero también está el tema de la salud y es otro ámbito de acompañar a las personas vulnerables. Sabemos que la salud es inaccesible para muchísimas personas”.
Por otro lado, explicó el aporte que hace Caritas en el ámbito educativo. “Cáritas está haciendo un esfuerzo en lo que es en el trabajo de la primera infancia y la alfabetización, con el apoyo escolar y distintos proyectos. Siempre sabiendo que lo que hace caritas es subsidiario, no puede solucionar todo y por eso también muchas veces se trabaja en red con otras instituciones”.
Según el informe del Observatorio de la UCA, uno de cada cuatro personas tiene algún tipo de inconveniente respecto de la alimentación y sobre todo, los niños y los adolescentes. “Hay un 36% que están afectados por por esa realidad y el 50% de los niños en el país de alguna manera participan de algunos comedores o asistencia alimentaria, en lo cual son cifras difíciles, pero también la presencia de las instituciones y las organizaciones es muy importante porque esto va siendo un complemento”, agregó Wagner.
“En Comodoro, desde lo social lo que veo es que hay muchos barrios que son carenciados en las periferias de la ciudad. Me llamó la atención un lugar, no conozco todavía todo, pero cerca del faro donde, allí hay un barrio en condiciones muy precarias”.
Finalizó diciendo que “aquí las personas viven la fe, es una ciudad que en sus comunidades tiene un movimiento de la Fe importante y la fe es la que nos va a ayudar a fortalecernos en medio de esta realidad”.
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