El proyecto de Ley Bases, enviado al Congreso Nacional por el gobierno de Javier Milei y que ya ha sido aprobado con media sanción por la Cámara de Diputados, propone derogar la última moratoria previsional, aprobada en 2023 mediante la ley 27.705, la cual tenía una vigencia de 2 años con posibilidad de prórroga por otros 2 años. Si el Senado aprueba la Ley Bases, quienes no tengan los años de aportes necesarios sólo podrán acceder a la PUAM a los 65 años, y cobrarán sólo el 80% del haber mínimo.
La abogada Previsional Jimena Díaz Ascencio, desde el año 2016, forma parte de la consultora Jubilarse, que se especializa en trámites previsionales, judiciales y asesoría general de asuntos laborales. El Ciudadano del Sur conversó con la especialista para conocer más sobre la implicancia de la ley en el caso de que llegara a aprobarse.
“En lo que es la parte previsional, la ley tiene muchas afectaciones y connotaciones negativas, pero una de las más importantes y de la que ahora se está hablando mucho, es la derogación de la Ley de la Moratoria”, dijo.
Qué dice la moratoria vigente
La moratoria previsional vigente permite que las mujeres mayores de 60 años y hombres mayores de 65 años, que no llegan a tener los 30 años de aportes, puedan acceder a un plan de pagos de hasta 120 meses con la ANSES. Además, permite regularizar los períodos faltantes hasta diciembre de 2008 inclusive.
A quienes les faltan 10 años, o menos, para llegar a la edad jubilatoria, pero tienen deuda previsional y no van a alcanzar a tener los aportes necesarios para jubilarse, se les permite cancelar períodos pasados de aportes faltantes, los cuales no pueden ser posteriores a marzo de 2012.
Qué implica la derogación de la moratoria
Entonces, la derogación de esta ley implica la pérdida del derecho de jubilarse para las personas mayores que no cuenten con los 30 años de aportes, afectando principalmente a las mujeres, ya que al cumplir los 60 años, no solo dejarán de contar con el sistema de la moratoria previsional, sino que además, se les sumarán cinco años de aportes necesarios para alcanzar la jubilación, es decir, se jubilarán a los 65 años, como ocurre en el caso de los hombres.
En palabras de la abogada Ascencio, la ley de moratoria actualmente “permite que 9 de cada diez mujeres, puedan acceder a la jubilación” y aclaró que “mucha gente repite sin saber que es sin aporte, pero es necesario recalcar que en realidad la moratoria se paga, comprando los aportes, después una vez que la persona accede a la jubilación, se empiezan a pagar esos aportes que le falta”.
“Afecta principalmente a las mujeres”
Ascencio señaló que, actualmente, la mayoría de las personas que no cuentan con el total de aportes, son mujeres. “Sabemos que vivimos en una sociedad que considera que hace muchos años atrás, la mujer solamente tenía como única y exclusiva tarea el cuidado del hogar y de la familia” dijo, y teniendo en cuenta que la moratoria, desde 2021 implementó un reconocimiento para las madres, a las tareas de cuidado de hijos e hijas, dijo que “a partir de una reparación histórica, se le empezó a reconocer a las mujeres en las tareas de cuidado y en esas tareas que fueron invisibles, pero que en la realidad son tareas muy importantes”.
Continuó diciendo que “yo siempre analizo que la tarea exclusiva del cuidado de personas ya sean niños, niñas o adultos mayores, está siempre derivado hacia la mujer, en este sentido la ley vigente le da la posibilidad a la mujer de poder completar sus 30 años de servicio y jubilarse y esto no solamente es una cuestión de reparación económica o de reconocimiento económico, sino también de la salud porque a partir de la jubilación uno obtiene la obra social del PAMI”, señaló.
En base a las consultas que le llegan constantemente, la abogada explicó que “la realidad es que muchas mujeres han trabajado en negro y no se les ha pagado los aportes”, sobre todo a quienes trabajaron con tareas domésticas. Ascencio explicó que, a pesar de que actualmente dentro del régimen, es accesible poder regularizar a una persona que trabaja en tareas domésticas, el empleador, no lo hace.
Por otro lado, con la Ley Bases, el Gobierno pretende crear, un sistema para reemplazar la moratoria jubilatoria, denominado "Prestación de Retiro Proporcional (PRP)", que consta de un haber mensual equivalente a la Prestación Universal al Adulto Mayor (PUAM), que representa el 80% del haber jubilatorio mínimo.
“Esta nueva figura jubilatoria sigue siendo en perjuicio de la mujer, porque nosotros sabemos que la afectación directa es principalmente en la salud. El 80% de una mínima es hoy 250 mil pesos, ya sabemos que nadie vive con eso, pero peor es ni siquiera poder acceder a la salud” y agregó “como abogada previsional, me resuena y me sigue dando vueltas en la cabeza, qué es lo que va a pasar en el futuro si esta ley se aprueba”.
Respecto a los plazos de afectación y si la Ley Bases se aprueba en la Cámara Alta, una vez que se promulgue ya tiene efecto. Aunque la abogada destacó que, las personas que alcanzaron a entrar al régimen, antes de la promulgación “están protegidas por los principios del derecho de la seguridad jurídica, de acá para adelante”, dijo Ascencio.
“Me preocupa que se habla muy por encima y la afectación es tremenda”
A la profesional le llegan numerosas consultas sobre este tema, y Ascencio insiste en la necesidad de informar adecuadamente a las personas próximas a jubilarse. “Más que nada me preocupan las mujeres entre 50 y 59 años; ese es el grupo de mujeres que va a ser el más afectado. Lo importante es saber cuál es la consecuencia.”
Continuó: “Lo que estoy viendo y lo que me preocupa en realidad es que se habla muy por encima y la afectación es tremenda. Las mujeres que tenían expectativas de jubilarse a los 60, ya no van a poder, se van a tener que jubilar a los 65 y son cinco años más de salud y de tiempo invertido”.
Además, señaló que la reforma que pretende implementar el gobierno también tiene un impacto significativo en la Ley de Contrato de Trabajo y en otras leyes laborales que indirectamente afectan la parte previsional.
“Son como reformas camufladas, por ejemplo: un trabajador que no fue regularizado, al empleador se le da la posibilidad de regularizarlo hasta 60 meses. Esos 60 meses se tendrán en cuenta para la jubilación, pero no van a impactar en el haber que esa persona reciba al jubilarse. Es gravísimo”,dijo.
“Por ejemplo, si la persona está los últimos cinco años en negro y el empleador no quiere regularizar, esos cinco años, que son los más importantes dentro de los últimos diez, hay un artículo específico que dice que no se tendrán en cuenta para el cálculo de la prestación compensatoria y la prestación por permanencia.”
¿Qué hacer?
La abogada recomienda a mujeres a partir de los 50 años y hombres a partir de los 55 años que, “ante el peor de los escenarios en que se apruebe la ley, el consejo que nosotros estamos dando es que empiecen a aportar aunque sea como monotributistas; esa sería una opción para generar el aporte que te ayude a completar lo que te falta. Pero esto sería de acá para adelante, la moratoria sirve para cubrir el pasado, lo que no se te había aportado en su momento”.
Continuó diciendo que “esta persona va a tener dos opciones: o seguir trabajando hasta los 65 si no completan los 30 años de aportes y jubilarse por la PUAM, o la otra opción es una moratoria que permite comprar algunos años. No es la mejor moratoria que tenemos en este momento, pero permite acceder. Opciones habrá, pero más limitadas”, concluyó.
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