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Sociedad Sábado 21 de Septiembre de 2024

Farándulas estudiantiles en Comodoro: un legado de carrozas, disfraces y festejos que marcó generaciones

En el Día del Estudiante, comodorenses de diversas promociones recordaron aquellos años en los que asumían con orgullo la organización de los desfiles y carrozas, llevando en alto el nombre de sus escuelas. 

Marina Aguila

Por Marina Aguila

Por más de 50 años, la primavera en Comodoro Rivadavia se vivía con una energía especial gracias a las esperadas farándulas estudiantiles. Este evento, que comenzó a finales de la década del 50 y se mantuvo hasta aproximadamente el 2012, no sólo marcaba el inicio de la estación, sino también una época de celebración para los estudiantes en su día, quienes, con creatividad, esfuerzo y dedicación, construían carrozas y organizaban desfiles que quedaban grabados en la memoria colectiva de la ciudad.

Desde meses antes, los jóvenes planificaban cada detalle: elegían temáticas, confeccionaban disfraces, hacían ventas de comidas para recaudar dinero destinado a las decoraciones, pero sobre todo trabajaban en equipo para representar a sus escuelas con orgullo.

Así, las farándulas se convirtieron en una oportunidad de fortalecer los lazos entre compañeros y crear recuerdos imborrables para quienes iban a verlas por el centro de la ciudad.

Temáticas… de las que pidas

Norma, revivió con El Ciudadano del Sur, la experiencia de su grupo llamado "El Clan Macabro", donde se disfrazaron de personajes terroríficos. “Las máscaras de cartapesta que hicimos pesaban casi un kilo, y uno de los compañeros se disfrazó de momia, pero las vendas comenzaron a caerse mientras desfilábamos”, recordó entre risas.

“Así que tuvimos que meterle alfileres para que no se siga desarmando. Éramos todos fantasmas, estaba el jorobado de Notre Dame, la momia, la muerte etcétera, por eso nos pusimos el Clan Macabro”.

El Clan Macabro. Foto: Archivo de Norma Arias
El Clan Macabro. Foto: Archivo de Norma Arias
Por su parte, Cristina quien cursó sus estudios en el Colegio Perito Moreno entre 1969 y 1973, recordó con nostalgia la combinación de los Juegos Florales y la Farándula.

“Los juegos consistían en decorar las vidrieras de los negocios para embellecer la ciudad durante la semana del estudiante”, dijo y agregó que “el colegio y los profesores se encargaban de pedir la autorización para que fuéramos los alumnos a decorar a los negocios, a embellecer las las vidrieras con flores. Recuerdo que en el 69 nos tocó decorar la vidriera de Don José Hogar”. Así, los juegos florales también eran concursos de vidrieras, por lo que había una ganadora y otras destacadas.

Con respecto a la farándula, Cristina recordó con humor cuando su disfraz de cigarrillo, hecho con cartulina, se desintegró debido al fuerte viento que tanto caracteriza a Comodoro. “La idea siempre fue salir por las calles y divertirse. Me acuerdo que también el primer año decidimos disfrazarnos y vestirnos de cigarrillos con unas cartulinas que nos habíamos puesto. Pero había tanto viento que se terminó destruyendo y a mitad de camino quedamos sin nada puesto”, dijo riendo. “Mientras que otros se habían disfrazado de hippies o algún motivo en especial. En ese tiempo, la farándula era salir caminando por la calle San Martín para festejar el Día del Estudiante y el Día de la Primavera”.

Disfrazados de cigarrillos. Foto: Archivo de Mercedes González
Disfrazados de cigarrillos. Foto: Archivo de Mercedes González
La magia de construir juntos

Mario, egresado en 1977 del Bilogía Marina, recordó que los mismos estudiantes eran los que debían salir a buscar el trabajo colaborativo para obtener ayuda de empresas. “En el 76 nos tocó organizar la carroza estudiantil. El Biología Marina en ese momento funcionaba donde actualmente está la Universidad Nacional de la Patagonia. En frente estaban los talleres de YPF, donde había un sector de carpintería, así que llegamos a un acuerdo con la gente de YPF: ellos nos hicieron como una especie de barco, nos cortaban las maderas, hacían el formato y nosotros teníamos que pintar todo”, dijo.

“Lo que me llamó la atención en aquella vez, que para mí algo muy insólito, era que en el lugar donde iba la reina del establecimiento, el sillón se levantaba un metro y medio más o menos y giraba hacia los laterales. Nos llamaba la atención a todos. Nos pareció espectacular para la época”.

Recordó que la concentración era frente a la plaza San Martín, en el Colegio Perito Moreno. “De ahí partíamos todas las delegaciones, todas las carrozas ingresaban por Mitre, Rivadavia y España y ahí automáticamente ingresamos y dábamos dos o tres vueltas por la San Martín” y agregó: “La verdad que fue una época espectacular y alucinante para nosotros, que teníamos 15 o 16 años. Después estábamos como dos meses hablando de la experiencia de la carroza”.

Por otro lado, y como muchos testimonios reflejan, el Instituto María Auxiliadora y el Colegio Dean Funes, que siempre trabajaban en conjunto, se convirtieron en referentes de las carrozas ganadoras. La promoción de 1986 recordó con orgullo que ganaron el trofeo con una carroza adornada con millones de flores, un trabajo que requirió largas noches de esfuerzo y cooperación.

Carroza IMA - Dean Funes 1986
Carroza IMA - Dean Funes 1986
“Nos juntábamos en los talleres del Dean Funes a ayudarles a armar el armazón y a comenzar a pegar todas las flores”, dijo Patricia a El Ciudadano del Sur. “Igual los cursos de los años anteriores nos ayudaban a hacer flores y realmente trabajamos muchas horas hasta la noche. Siempre había un papá que nos iba a buscar y nos repartía por las casas y al otro día había que seguir yendo a la escuela a cumplir y no faltar”.

Carroza IMA - Dean Funes 1986
Carroza IMA - Dean Funes 1986
“Ese año tuvimos la dicha de ganar las carrozas. Ganamos el trofeo, que era una paloma que está en la escuela en una vitrina, así que realmente fue muy linda la primavera del 86”.

En el diario del otro día se publicaba una mención especial de la carroza ganadora.
En el diario del otro día se publicaba una mención especial de la carroza ganadora.
Trabajo y compañerismo: el ingenio detrás de las carrozas

A lo largo de esos años, miles de estudiantes vivieron la emoción de crear, desfilar y competir en las farándulas. "Era una competencia, pero lo más lindo era el compañerismo que se generaba", señaló una exalumna, quien participó en la promoción de 1988.

Para alcanzar el objetivo, los estudiantes ideaban ingeniosas estrategias para recaudar fondos, como la venta de comidas, rifas y otras actividades. “Salíamos a vender para poder comprar papeles para hacer las flores. Desde la Rivadavia íbamos caminando por la Alem, vendiendo cosas dulces los sábados a la mañana y después seguíamos por las casas y pedíamos papel higiénico, ´higienol´ tenía que ser me acuerdo, para poder hacer las flores porque bueno, todo estaba muy caro”, recordó Nidia, quien fue de la promoción 1991 de la Escuela de Magisterio, quienes realizaron la carroza junto a la ENET.

“Nos juntábamos en un galpón, buscábamos a alguien que nos prestara un tráiler y ellos se ocupaban de hacer todo lo que era soldadura, juntaban los alambres para el armazón y nosotras nos encargamos de hacer las flores. El día de las carrozas, siempre había viento me acuerdo, pero la pasabamos muy bien, con mucho compañerismo entre todos”.

Foto: Archivo Adriana Pereira
Foto: Archivo Adriana Pereira
Aunque las farándulas de carrozas del Día del Estudiante ya no forman parte del calendario de eventos de Comodoro, los recuerdos siguen vivos en la memoria de quienes participaron. Como expresaron muchos de los testimonios, “tendrían que volver”, y no cabe duda de que si lo hicieran, reavivarían el espíritu de unión y celebración que marcó a generaciones enteras.

 

 

Día del Estudiante Día de la Primavera
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