Brueckner, quien residía en Algarve en ese momento, ha sido descrito como un "psicópata carismático". Aunque fue interrogado en 2007, no se encontraron pruebas que lo vincularan al caso. Actualmente, cumple una condena en Alemania por delitos sexuales.
Las circunstancias de la noche en que Maddie desapareció también siguen siendo objeto de especulación. A pesar de los esfuerzos de sus padres por mantener una rutina familiar, la tragedia golpeó de manera inesperada.
La investigación policial inicial generó diversas pistas y sospechosos, incluyendo a Robert Murat, quien fue descartado más tarde. Sin embargo, las dudas persistieron y se centraron en los padres de Maddie, Kate y Gerry McCann, quienes fueron declarados sospechosos pero luego exonerados.
El caso ha involucrado a múltiples países y ha generado numerosas pistas falsas, incluyendo avistamientos no confirmados de Madeleine en diferentes partes del mundo.
En medio de la incertidumbre, personas como Julia Wendell han surgido afirmando ser Maddie, pero análisis de ADN han descartado estas afirmaciones. A pesar de todo, los McCann continúan su búsqueda incansable, aferrándose a la esperanza de encontrar a su hija.
A medida que el tiempo pasa, el misterio en torno a la desaparición de Madeleine McCann se profundiza, dejando más preguntas que respuestas y manteniendo viva la esperanza de algún día encontrar la verdad.