En el marco de la tradicional Fiesta Nacional de la Nieve, que celebra su 53° edición, se realizó una de las competencias más esperadas y coloridas: las Carreras de Mozos. Las mismas se llevaron a cabo este viernes, atrayendo a turistas y residentes locales por igual. El evento que ha ganado popularidad con los años, combina habilidad, destreza y una buena dosis de diversión, destacando la importancia del oficio de los camareros en la ciudad.
Este año participaron alrededor de 63 mozos y mozas. En primera instancia se realizó la carrera de la categoría femenina y luego fue el turno de los hombres, con la categoría master (de 46 a 70 años) y por último, la categoría de 18 a 45 años. Los participantes debían completar el desafío llevando una bandeja con dos latas, una botella pequeña y un vaso medio cargado; para seguir en competencia nada de esto debe volcarse.
El tramo a completar se extendía por unos 250 metros, comenzaba con la línea de largada en el zigzag de la calle Rolando, cruzando a Moreno y continuando hasta Mitre a paso rápido, ya que una de las reglas es no correr. En la arteria principal tuvieron un sector con obstáculos en el que debían zigzaguear alrededor de unas mesas, hasta finalmente llegar a los arcos del Centro Cívico.
Las Carreras de Mozos, que se celebran anualmente, consisten en una prueba en la que los participantes, vestidos con sus uniformes de trabajo, deben recorrer una distancia determinada mientras sostienen una bandeja cargada de bebidas. El desafío no solo radica en la velocidad, sino en mantener el equilibrio y evitar que las bebidas se derramen. Este año, la carrera tuvo lugar en el corazón de la ciudad, en la Avenida Mitre, donde se congregaron cientos de espectadores para animar a los competidores.
Los participantes, provenientes de los diversos bares y restaurantes de Bariloche, demostraron una habilidad impresionante para maniobrar a través de un circuito repleto de obstáculos, que incluía curvas cerradas y superficies irregulares, todo ello bajo la atenta mirada del público. Los ganadores de esta edición se llevaron premios en efectivos: el primer premio para cada categoría fue de 200 mil pesos; 150 mil pesos para el segundo puesto y 50 mil para el tercero.
Este evento no solo celebra la destreza de los mozos, sino que también pone en valor la hospitalidad y el servicio, elementos clave en la experiencia de los visitantes que llegan a Bariloche en busca de sus famosos paisajes invernales y actividades al aire libre.
Comentarios