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El rechazo del Senado al Decreto de Necesidad y Urgencia que impulsaba profundas reformas económicas reavivó la confrontación política y puso en jaque el futuro del Pacto de Mayo. La medida, que sigue vigente a la espera del pronunciamiento de Diputados, generó fuertes críticas por parte del Presidente hacia los 42 senadores opositores. A pesar de la derrota política para los libertarios, la tensión persiste en el ambiente político.
La reacción de Milei apuntó directamente a la dirigencia opositora, deteniendo así la embestida contra Victoria Villarruel por habilitar la discusión del decreto. Este rechazo marca una nueva etapa de confrontación política, contrastando con el intento de diálogo propuesto por el Gobierno con el Pacto de Mayo. La sesión en el Senado reveló divisiones en la clase política y tensiones latentes entre oficialismo y oposición.
El Presidente, mediante redes sociales y comunicados oficiales, criticó la votación del Senado como un intento de socavar el cambio propuesto por el Gobierno y el Pacto de Mayo. Esta confrontación reaviva el clima político de confrontación luego de un período de moderación tras la convocatoria al diálogo. La votación expuso divisiones y dejó en evidencia la resistencia de ciertos sectores a las reformas propuestas.
El futuro del Pacto de Mayo y la relación con la oposición quedan en suspenso, pendientes del resultado en Diputados. Aunque el DNU sigue vigente, su rechazo en el Senado plantea interrogantes sobre la viabilidad de las reformas propuestas. La clase política deberá decidir entre el acuerdo y la confrontación en un escenario político cada vez más tenso y polarizado.
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