El domingo a la madrugada se produjo un violento hecho en una vivienda del sector de tomas de Trevelin. Un joven fue detenido en relación a ese hecho y llevado a audiencia el lunes por la mañana. La Fiscalía planteó que el imputado intentó matar a su vecino, luego de pedirle un cigarrillo y que este se reusara. Por la gravedad del hecho y los riesgos para la investigación requirió el dictado de la prisión preventiva por tres meses. La defensa ofreció que la medida se reemplace por un arresto domiciliario, pero el juez entendió que, en el estado actual de la investigación, la medida más razonable es la prisión preventiva en comisaría. La dispuso por sesenta días.
El domingo, aproximadamente a las 3.15 de la madrugada, un hombre que vive en la zona de tomas de Trevelin, se despertó cuando su vecino de al lado golpeó su puerta en repetidas ocasiones solicitando un cigarrillo. El dueño de casa le dijo al sujeto que llamaría a la policía. El vecino dio una patada a la puerta y entró. La víctima lo empujó para sacarlo y el sujeto, con un cuchillo que portaba, le asestó una puntada en la región del corazón y otra en la hemicara maxilar izquierda. Luego salió corriendo y saltó el alambrado. La víctima llegó a la casa de una vecina pidiendo auxilio y desde allí fue llevado al hospital de la localidad, desde donde se dispuso su urgente traslado al Hospital de Esquel.
La funcionaria Mónica Caveri calificó provisoriamente el hecho como constitutivo de tentativa de homicidio.
El fiscal Martin Robertson pidió el dictado de la prisión preventiva por un plazo de tres meses. Lo fundó en el riesgo de fuga, por el débil arraigo del imputado y por las características del hecho, su despliegue de violencia, la nocturnidad y la vulnerabilidad de la víctima que estaba durmiendo. También se refirió al peligro de entorpecimiento procesal.
La defensora pública, Valeria Ponce, se opuso al pedido. Expuso que su defendido tiene fuerte arraigo y ofreció el domicilio de una hermana para que cumpla la medida de coerción en un domicilio, alejado de la casa de la víctima.
El juez Ricardo Rolón evaluó la situación, consideró su gravedad, la necesidad de disponer la medida, su razonabilidad y la proporcionalidad para que se ajuste al caso concreto. En base a ese análisis dispuso la medida de prisión preventiva por un plazo de sesenta días, indicando que con el avance la investigación se podrá evaluar si esta medida puede ser reemplazada por una menos gravosa.
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