Por Luciana Robledo
La creación de YPF en 1922 fue unos de los hitos más importantes para el desarrollo a largo plazo de Comodoro Rivadavia. Los trabajadores que se desempeñaron en la empresa estatal forjaron los inicios de una ciudad que se convertiría en unos de los puntos centrales del territorio patagónico.
Miguel Scaruli, jubilado ypefiano, es uno de los tantos que tiene una vida marcada por su paso por YPF. Su familia de procedencia griega llegó a Comodoro Rivadavia escapando de la guerra y en busca de un futuro próspero para sus hijos. Nacido en su casa en el barrio del muelle, Scaruli creció junto a la ciudad.
En diálogo con El Ciudadano del Sur, el actual presidente del Centro de Jubilados y Pensionados de YPF contó cómo fueron sus años en la empresa y la forma de vida en una comunidad sumamente diversa.
“YPF nos dio todo en su momento, nos dio la oportunidad de crecer y de formar una familia”
Para 1920 la zona que actualmente conocemos como Comodoro crecía a pasos agigantados. La llegada de inmigrantes había generado un fuerte crecimiento en una región inhóspita, para muchos muy diferente a sus tierras originarias. Es por ello que Scaruli destaca el esfuerzo y la decisión de familias como la suya.
“Mis padres venían de Grecia escapados de la guerra, más o menos en 1920. Primero vinieron a Buenos Aires y de ahí los mandaron a Comodoro Rivadavia, en dónde les iban a dar una vivienda y un trabajo. La empresa te daba la oportunidad de progresar, de cambiar de oficio, de estudiar. YPF nos dio todo en su momento, nos dio la oportunidad de crecer y de formar una familia”, expresó.
Su infancia y adolescencia transcurrió en General Mosconi, un barrio que actualmente cuenta con las huellas latentes de la historia: los pozos en el Museo Nacional del Petróleo, el Club Huergo, la proveeduría (el Ceret), el Hospital Alvear, el taller central e incluso algunas casas y galpones que aún quedan en pie. “Prácticamente al centro de Comodoro no iba. Tenía todo alrededor acá en General Mosconi. La relación era familiar, en el muelle había 22 casas y no eran vecinos, eran familia. Había una familiaridad dentro de la empresa muy grande”, comentó.
“No era un regalo, era muy sacrificado ir a trabajar o ir al colegio”
Miguel terminó la escuela primaria un 8 de diciembre y un mes después, a sus 13 años, ya había ingresado a YPF como aprendiz. Se desempeñó en el área de tornería durante 23 años, con la posibilidad de ir probando nuevas habilidades y obteniendo formación, con la garantía de seguir trabajando.
Durante su paso por el taller central continuó sus estudios en Dibujo Lineal lo que le permitió trasladarse al sector de Topografía en la zona de Kilómetro 4 para desempeñarse como dibujante. Luego de tres años, comenzó a trabajar en salidas al campo para ubicar pozos de petróleo.
Scaruli hizo hincapié en que el trabajo era duro y para nada fácil, a pesar de los beneficios que traía posteriormente. “No era un regalo, era muy sacrificado ir a trabajar o ir al colegio, aunque claro que tuvimos la oportunidad de progresar dentro de la empresa”.
Resaltó que “fue muy sacrificado para todos los obreros, principalmente para la gente que se desempeñaba en los pozos por las condiciones en las que trabajaban en los equipos, era un ejemplo ver a esa gente como trabajaba”.
“Tanto los extranjeros como los argentinos que venían del norte, hicieron grande a Comodoro”
A medida que la empresa crecía, la ciudad lo hacía en forma paralela y gran parte de este desarrollo está ligado a la presencia de la comunidad ypefiana. “El ypefiano ha colaborado en su momento con la presencia, con la familia, venía mucha gente. Se fueron formando familias con gente extranjera ya sea italiana, yugoslavos, polacos, búlgaros, griegos, españoles y después vino una remesa de Catamarca y La Rioja, eso ha contribuido a lo grande que fue General Mosconi y Comodoro Rivadavia”, mencionó Scaruli.
Y recordó: “Cuando empecé como aprendiz había torneros alemanes e italianos que nos enseñaron a nosotros a trabajar, porque éramos chicos y veníamos de la escuela. También los chilenos han aportado para el crecimiento de la ciudad. Los extranjeros nos enseñaron y aportaron un montón. Toda esa gente hizo grande a Comodoro Rivadavia, tanto los extranjeros como los argentinos que venían del norte”, afirmó.
“Tiene que haber un progreso profundo y una forma de hacerlo es mirar al mar”
Miguel Scaruli trabajó en la YPF por más de 40 años, hasta su privatización en la década del ‘90. “Fue un golpe muy grande, hubo familias enteras que se tuvieron que ir. La privatización no afectó solo al que trabajaba en YPF, sino a toda la comunidad de Comodoro. En aquel entonces los negocios se abastecían bastante por la gente de YPF que iba a estos comercios, pero eso se vino todo abajo. Comodoro sufrió mucho en su momento, después vinieron las empresas privadas y se comenzó a levantar de nuevo”, recordó.
Es por eso, que en relación al presente y futuro de la ciudad, el ex ypefiano opinó que debe haber una mayor diversificación productiva, por ejemplo, con la pesca. “Acá vivimos del petróleo, pero quizás algún día se termine y Comodoro no puede ser una ciudad fantasma. Tiene que haber un progreso profundo y una forma de hacerlo es mirar al mar. No mirar solo al oeste, sino también al este, que es muy importante para la ciudad”, concluyó.
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