Por Marina Aguila
Alipio Días y María Lucía Patricio fueron quienes decidieron emprender con el negocio, allá por 1968. “Ambos portugueses, él era carpintero y ella enfermera” contó Sandra Dias, una de las hijas que actualmente se encarga de la ferretería, en diálogo con El Ciudadano del Sur.
“Él trabajaba en la carpintería La Italiana y me acuerdo que mi mamá, enfermera, era la que colocaba las inyecciones acá en el barrio” dice y agrega: “ahorraron plata y pusieron el negocio. Mi papá siguió trabajando en la carpintería un par de años más y ella atendía el negocio”.
Continuó relatanque que “hasta mediados del 80 habrá trabajado ella y después empezamos a trabajar acá mi hermana Sonia y yo, de ahí el nombre San-Son, de Sandra y Sonia”, explicó.
Incluso el lugar donde está instalada la ferretería desde sus orígenes, era la propia casa de la familia Dias. “Nosotros vivíamos acá, de hecho esto era la cocina, y acá al lado estaba la habitación de mis padres”, recuerda Sandra.
En SanSon comenzaron con la venta y colocación de vidrios, ferretería y pinturas. Después fueron ampliando los rubros y sumaron herrajes, insumos de agua y gas, más ferretería, pintura automotor, hogar y obra. Así, con el pasar del tiempo, el negocio empezó a expandirse, “lo fueron ampliando, toda la parte de abajo y también compraron la parte de atrás que es todo depósito”, dijo.
De esa manera, fueron formaron su clientela, con vecinos del barrio y no tan vecinos. “Tenemos clientes fijos, pero también clientes nuevos, que siempre van apareciendo”.
Inflación: “En julio y diciembre del año pasado se dio un aumento de precios muy fuerte”
Respecto al panorama actual y la situación económica del país, que atraviesan a todos los rubros productivos, Sandra señaló que “está bastante complicado, aunque tampoco son situaciones que no hayamos vivido, constantemente épocas de inflación, siempre se vuelve a arrancar. Yo ya pasé varias de éstas”, dijo.
En este sentido, Sandra señaló que “está muy complicado” y que si bien siempre aumentaron los precios, “desde julio del año pasado se dio un aumento muy fuerte, me acuerdo que en julio cambiamos tres listas de precios, en el mismo mes y después en diciembre fue terrible, o sea hay precios que se fueron a más del doble”.
Esta situación, impacta directamente en las ventas marcando un descenso de éstas. “Está muy tranquilo, este es un negocio que siempre tiene mucha afluencia de gente constante, pero ahora nosotros cerramos la primera semanita de enero y desde que abrimos está muy tranquilo”.
A pesar de los desafíos económicos que ha enfrentado Argentina a lo largo de los años, la ferretería ha demostrado ser un rubro resiliente que ha perdurado en el tiempo.
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