Cada 17 de agosto se conmemora el día del peatón en recuerdo del primer accidente de tráfico registrado en el mundo, ocurrido en 1897 en Londres; producto de este incidente, Bridget Driscolll se convirtió en la primera víctima en ser arrollada por un vehículo. Décadas de años después, esta fecha es utilizada para concientizar y visibilizar una problemática que refiere a la transitabilidad y la seguridad vial.
Sobre este tema, El Ciudadano del Sur conversó con Ivan Leske, referente en temáticas de movilidad segura. En ese sentido, manifestó que existen una gran diversidad de fechas que buscan reflexionar sobre la inseguridad existente al movilizarse, todo el año se registran diversas conmemoraciones. “Esto nos lleva a pensar a que es un tema que necesitamos resolver de forma tan urgente porque venimos de décadas con las mismas tasas y recién en la última medición del 2023 se comienza a notar una ligera baja en la tasa de mortalidad, pero más que nada los países desarrollados”, señaló.
Según datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, en 2023, murieron 4.369 personas en siniestros de tránsito, lo que representa un total de 3.642 accidentes fatales. Del total de los fallecidos, un 11% correspondía al atropellamiento de un peatón.
Al respecto, Leske, manifestó: “En el último año hubo 2046 muertos por homicidio; según la Agencia Nacional de Seguridad Vial, los muertos por hechos viales fueron 4.369; según Luchemos por la Vida, que tiene otro tipo de mediciones, fueron 6.245. Es decir que hay al menos el doble de muertos por hechos viales que por homicidio, pero en el conocimiento popular y en la agenda cotidiana están instalados los homicidios por inseguridad muy por encima de las muertes viales, no se mide la dimensión y la gravedad que tiene la inseguridad vial”, lamentó.
En ese sentido, destacó que al hablar de convivir en el espacio urbano se dejan los individualismos para pensar en la relación con el otro. “Si decimos que en la vía pública convivis mientras te estás desplazando, eso ya te hace pensar en el otro”, expresó.
Algunas recomendaciones a tener en cuenta
En esa convivencia en el espacio público, las relaciones se dan tales como versus: “El ciclista ve al peatón como un estorbo y al auto como una amenaza; el conductor de un auto ve al ciclista como un estorbo y al peatón ni siquiera lo ve”, contó.
Aunque sostuvo que “en la vía pública todos tenemos responsabilidad”, por lo que brindó algunas recomendaciones para mantenerse alerta y aportar a sostener la convivencia en el espacio público.
En el caso del peatón, manifestó: “Recomiendo tener sentido del entorno, no perder contexto con el entorno. A mi por ejemplo, me gusta caminar por la ciudad escuchando auriculares, pero tengo la salvedad de que cuando voy a cruzar una calle cortó mi experiencia musical, bajo el volumen, pongo pausa o me quito un auricular. Esto lleva a no perder un registro auditivo de lo que está pasando a tu alrededor”.
Y agregó que el consejo más importante es mantener el contacto visual, indistintamente de si uno es peatón o conductor. “Si el peatón tiene contacto visual con el conductor -automovilista, ciclista o motociclista- puede ver cuál es la intención del otro y ambos van a notar que por lo menos fue reconocido, entonces es muy natural comenzar a tener actitudes preventivas cuando nos hacemos a la idea de ir buscando el contacto visual con el otro que se está moviendo de forma diferente”, destacó.
Infraestructura en Comodoro Rivadavia
Pensando puntualmente en la infraestructura urbana, Leske resaltó que es la pieza central para generar cambios positivos. “La infraestructura corrige los comportamientos, podemos generar cultura por medio de una infraestructura inteligente”, afirmó.
En el caso de Comodoro Rivadavia, hay muchos puntos a tener en cuenta para mejorar la movilidad en la ciudad. En relación a los peatones, resaltó dos puntos centrales que pueden observarse en zona céntrica y en los barrios.
Un ejemplo se da en la calle 9 de julio: “Es la única calle que tiene las veredas más anchas en sus esquinas, esta es una tendencia que se está aplicando en muchas partes del mundo y que se debería aplicar en las zonas más caminadas de Comodoro porque el peatón tiene el hábito de esperar para cruzar debajo de la vereda, generalmente por visibilidad y manejar la ansiedad de alguna manera”, detalló.
Continuando, especificó: “Con este cambio en las veredas no se puede estacionar en la esquina, entonces mejora la visibilidad, y los peatones pueden seguir con su misma costumbre, pero sin infringir las normas ni ponerse en riesgo. Ganan todos los actores, todo eso se logra con infraestructura inteligente”, dijo.
Otra particularidad que mencionó, refiere a las veredas: “Hay muchos barrios, que no necesariamente son periféricos, en dónde hay un déficit de veredas. Tenemos la costumbre de caminar por la calle porque las veredas están detonadas o están llenas de vecinos que estacionan encima”, sumó.
Y por último, también se refirió a los puentes: “En nuestra ciudad todavía tenemos los puentes personales, a los cuales muchos les llamamos 'puentes antipeatonales', porque no es justo obligar al peatón, cuyo recurso más fuerte es la energía que produce su cuerpo, a que multiplique su esfuerzo por tres. Eso es una incapacidad que tuvimos para resolver la velocidad de los vehículos de otra manera y crear cruces seguros sobre todo para los más vulnerables”, indicó.
En conclusión, desde la perspectiva de Iván Leske “el peatón no está jerarquizado en nuestra ciudad” y es una cuestión que va en sentido contrario a la tendencia mundial que busca jerarquizar el transporte público y a los peatones para disminuir el margen de riesgo.
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