Era un domingo 20 de marzo de 2016, cuando las sirenas sonaron fuertemente en los cuarteles. Se había desatado un incendio en el bar céntrico llamado “Irlanda”, que estaba ubicado en la costanera de Comodoro Rivadavia. Esto hizo que varias dotaciones se hicieran presentes en el lugar para poder sofocar las llamas que se expandían rápidamente dado que el local era de madera.
Junto con los bomberos del Cuartel Central, llegó Luis “Pirri” Gramajo, quien inmediatamente ingresó junto a otros dos compañeros para extinguir el siniestro en su interior, pero repentinamente los vidrios de grandes dimensiones del local estallaron y el ingreso de oxígeno provocó que parte del techo cayera. De los tres bomberos que entraron, solo dos pudieron salir al exterior, notando inmediatamente la ausencia de Gramajo, quien había quedado atrapado detrás de la barra.
Retornaron y rescataron a su par, e intentaron reanimarlo junto a Guardavidas y personal de Prefectura que se hizo presente en el lugar, sin embargo los esfuerzos fueron en vano. Gramajo fue trasladado al Hospital Regional donde se confirmó su fallecimiento por inhalación de humo y las graves quemaduras que sufrió.
Luis Gramajo tenía solo 35 años cuando pereció y esperaba su primer hijo con su pareja, antes de su muerte, hace 10 años se desempeñaba como bombero y trabajaba en el área de gastronomía de Casino Club. Su pasión era ayudar y ser bombero su vocación.
La tragedia de Gramajo se transformó en una de las más grandes de Comodoro Rivadavia, dado que se transformó en el primer mártir de la ciudad, caído en cumplimiento del servicio. Aquellos días luego de su partida fueron de profundo dolor no solo para sus pares bomberos sino también para la comunidad que siempre tiene presente y agradece la sacrificada labor de los bomberos.
Tras su fallecimiento, Gramajo fue ascendido post mortem a Sargento Primero y su fue condecorado con la “Cruz Dorada”, la máxima distinción de los servidores públicos .