Un día como hoy, hace 140 años, se conformó el primer Cuartel de Bomberos Voluntarios, en La Boca, Buenos Aires, esto hizo que pronto comenzara a replicarse esta iniciativa en distintos puntos del país, lo que hace que en la actualidad formen parte de esta loable institución más de 58.000 hombres y mujeres que brindan su valentía, empuje y labor desinteresada a los ciudadanos, en los más de 900 cuerpos del país, durante las 24 horas del día, los 365 días del año.
Todo comenzó justamente el 2 de junio de 1884, cuando un voraz incendio se desató en La Boca, lo que hizo que un vecino llamado Tomás Liberti y su hijo, organizaran junto a residentes del barrio una cadena humana para poder extinguir las llamas que parecían pronto iban a expandirse al resto de las viviendas ubicadas en la zona.
Esta idea fue el puntapié inicial para la creación del primer cuartel de Bomberos Voluntarios, conformados en primera instancia por hombres, pero luego comenzaron a romperse las barreras de los prejuicios, permitiendo la incorporación de mujeres, algo que en la actualidad parece ser algo fuera de discusión.
Los bomberos no tienen vacaciones, feriados ni descansos, coordinan sus tiempos para cumplir esta función y esta vocación de servir, junto con su trabajo, su familia, estudios e infinidad de situaciones, que dan cuenta del sacrificio diario que realizan para actuar en momentos críticos, ante siniestros devastadores que se llevan muchas veces no solo lo construido, sino que en oportunidades terminan con vidas. Esta lucha diaria hace que reciban en tantas otras una recompensa, la satisfacción de evitar males mayores y por supuesto, salvar vidas en medio de panoramas críticos, llegando a donde otros no pueden llegar.
Con sacrificio, sin importar eventos sociales, cumpleaños, casamientos o demás actividades, los bomberos son quienes están presentes cuando suena la sirena, dejan todo para cumplir con su deber, por ello siempre se destaca su vocación de servicio y ese impulso solidario de ayudar a otro sin importar las circunstancias.
Los Bomberos Voluntarios, son héroes sin capa ni espada, personajes mucha veces anónimos en aquellas historias que suelen culminar con finales felices, pero aquellos que están también están en los momentos más tristes. Los primeros en llegar y los últimos en retirarse.
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