Comodoro Rivadavia cumple este 23 de febrero sus 123 años. Una ciudad que se transforma año a año, década a década. Son notables los cambios y su amplio crecimiento, y por lo tanto cada vez son más las oportunidades y los desafíos que se suman a los hechos que marcaron la historia de esta ciudad.
En relación a ello, Daniel Marques, historiador comodorense, conversó con El Ciudadano del Sur sobre cuáles fueron los momentos que marcaron el rumbo de Comodoro Rivadavia, pero también se refirió a los ejes claves para pensar el futuro de la ciudad.
“Los aniversarios sirven para mirar para atrás y salir de la locura del día a día, para entender por qué tenemos los problemas que tenemos, cuando surgieron y cómo podemos solucionarlos. Hay que entender el pasado, aprender del pasado para mejorar el presente y el futuro”, manifestó el referente local.
"Comodoro no tiene una historia convencional"
Desde 1901, el entonces pueblo de Comodoro Rivadavia comenzó a escribir una historia única y compleja, con muchas particularidades que la distinguen de otras localidades. Marques sostiene que “no es una historia convencional” debido a que “no inició con un punto concéntrico a partir del cual se fue expandiendo”. Recién a partir de la década del ‘60, se comenzaron a integrar las distintas localizaciones para comenzar a formar la ciudad que conocemos hoy.
Este viernes se celebra la fundación de un pueblo muy distinto al que conocemos actualmente. “Comodoro era un pueblo muy pequeño que dependía de la actividad ganadera y comercial, su eje estaba basado en la existencia de un puerto para ingresar mercadería y para sacar de la región la lana y los frutos del país”, detalla el historiador.
A partir del descubrimiento del petróleo en 1907, el destino de la ciudad se transformó. “La aparición del petróleo alteró las reglas porque si no Comodoro hubiera sido un pequeño pueblo costero ligado solamente al ingreso y egreso de mercaderías del Puerto, no sería ni por asomo la ciudad que conocemos. El petróleo alteró la conformación urbana y le dio todo un eje de poblamiento y de inversión, se abrió un nuevo camino”, expresa.
De esa forma la ciudad comenzó a desarrollarse paulatinamente de la mano de los campamentos de las empresas petroleras y ferrocarrileras de la zona, alterando la forma y organización del espacio. La creación de YPF en 1922 fue uno de los hitos más importantes por las consecuencias en el desarrollo local ya que potenció la presencia del Estado.
La llegada de población inmigrante fue inminente y fundamental para un fuerte impulso inicial en una tierra que ofrecía la promesa de un futuro mejor. Esto se repitió a lo largo de la historia, con distintas poblaciones, en el boom petrolero de 1958-1963 y con el más reciente de 2003-2010, dejando una fuerte multiculturalidad que es latente en la comunidad.
"Tendríamos que empezar a pensar en las alternativas para el futuro de la ciudad"
A lo largo de estos 123 años Comodoro Rivadavia se fue transformando constantemente, con altos y bajos, hasta llegar a su presente. Pero ahora se enfrenta a la necesidad de comenzar a repensar sus bases y fortalezas.
Según manifiesta Marques: “Estamos en una coyuntura en la que en 20 o 30 años más el petróleo va a perder vigencia a nivel mundial”, sentenció. “El petróleo está entrando en una etapa de agotamiento a nivel mundial, donde ya no no va a ser un recurso tan central como lo era antes y eso va a alterar el registro de la ciudad, seguramente de manera muy dura. Ya tendríamos que empezar a pensar - desde hace varias décadas atrás - en las alternativas para el futuro de la ciudad”, expresó.
Considerando esto, afirmó que el principal desafío es fortalecer la diversificación económica en dónde el turismo, la pesca y la generación de energías renovables comienzan a ser alternativas para desarrollar.
Por otro lado, el historiador se refirió al aspecto infraestructural de la ciudad: “El año pasado quedó en evidencia con el desmoronamiento de la ruta que Comodoro todavía es una ciudad que está muy desarticulada, que necesita mucha inversión en infraestructura para que haya un espacio mucho más integrado y vivible que lo que tenemos hoy”, resaltó.
“Las agendas políticas deberían estar enfocadas en eso porque los tiempos corren y los procesos se van a vivir nos ocupemos de ellos o no”, concluyó.
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