Por Luciana Robledo
Este fin de semana se está llevando adelante el Festín de Sabores. En ese marco se convocó al concurso “Alfajores con alma patagónica” para seleccionar los mejores alfajores de la región. Entre los seis seleccionados se encuentra el Alfajor Comodorense del emprendimiento Cerro y Mar, uno de los elegidos como sabores innovadores locales.
El Ciudadano del Sur conversó con la pastelera Mayra Santillán, su creadora, quién junto a su hermana Micaela y su mamá Vilma llevan adelante la producción de alfajores premium, veganos, sin aditivos ni conservantes. Actualmente cuentan con una carta con más de 25 sabores de autor, pero este fin de semana, el protagonista será el Alfajor Comodorense.
Y detalló: “Está compuesto por dos tapitas de masa marplatense, que son más aireadas, también tiene una crema de yerba mate y en el centro tiene el corazón de mermelada de damasco, por fuera está cubierto con un baño de chocolate blanco y naranja rallada”.
Además, señaló que la mermelada está realizada con damascos patagónicos de la zona sur de Comodoro. “Lo primero que elaboramos fue el dulce, porque participamos en el concurso del Dulce de Damasco de Laprida y ganamos el tercer puesto, pero no nos queríamos quedar con eso, así que lo reversionamos y lo metimos dentro del alfajor”, destacó.
“Para mí la comida es el lenguaje del amor, es un gesto más de amor”
Cerro y Mar nació en 2021, antes la necesidad de recaudar fondos para una situación de urgencia particular. “Justo en ese momento yo no tenía trabajo por el tema de la pandemia, mi perro se enfermó y tenía que pagarle unas quimioterapias muy caras, entonces decidimos con mi hermana hacer alfajores. A mí siempre me gustó la pastelería, viene desde mi abuelo que era panadero y siempre cocinaba para nosotros, desde ahí siempre tuve eso de todo el tiempo buscar cosas para cocinar y pensar en algo diferente”, manifestó Mayra.
Además, teniendo en cuenta que es vegana y que no conseguía muchos productos de este tipo en la ciudad, decidió llevar el emprendimiento por ese camino. Al principio contaban con 8 variedades, pero a partir de experimentar y hacer muchas pruebas, fueron sumando hasta llegar a tener más de 40 sabores de autor. Actualmente cuentan con una carta de 27 opciones, aunque siempre van cambiando.
Al tener buenos resultados con las ventas, Cerro y Mar fue creciendo hasta contar con un espacio propio en el que se cocina y prepara todo. También se sumaron nuevas manos que la ayudan en todo el proceso. “Para mí la comida es el lenguaje del amor, es un gesto más de amor. Entonces compartir eso con mi mamá y mi hermana es re emocionante, me gusta porque me recuerda muchas cosas de la infancia”, destacó.
Recomendaciones pasteleras: “Lo principal es darle el tiempo”
En Cerro y Mar toda la producción se lleva adelante de forma artesanal, con productos locales seleccionados. Teniendo en cuenta que se trata de un producto complejo de cocinar, la pastelera brindó detalles de cómo es el proceso para preparar sus alfajores: “Lo primero es que tengas todos los ingredientes y que sean ingredientes de súper buena calidad, porque a veces decís 'cambio un poquito la azúcar por una más barata' pero eso te cambia un montón”, indicó.
Y continuó: “En segundo lugar tenes que tener todo a temperatura ambiente y después armar la masa, es un proceso complicado, vas agregando los líquidos y los secos. Además, al ser vegano tenes que buscar la vuelta para volverlo a base de plantas”
Para ferias y eventos grandes, se trata de un proceso que lleva alrededor de cinco días, ya que se produce en grandes cantidades. Por ejemplo, para el aniversario de la ciudad debieron cocinar más de 400 alfajores, en este caso para el Festín de Sabores prepararon aproximadamente 600 unidades.
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