En Comodoro Rivadavia, hace años, vecinos de la ciudad se dedican a la apicultura, como una actividad de índole productiva para obtener los distintos productos, tanto miel como sus derivados, y comercializarlos. Pero además apuntan también a la concientización y el cuidado de las abejas, que hoy se encuentran en peligro de extinción.
Marcela Zambrano es apicultora local, e integrante de Apicultores del Golfo San Jorge, quien hace más de 15 años se dedica a la actividad y particularmente 13 en Comodoro Rivadavia, luego de mudarse desde la localidad de Sarmiento.
“En principio se van haciendo cursos de iniciación, que es lo básico. Yo vengo de Sarmiento e hice allí los primeros pasos, después hace 13 años cuando llegué a la ciudad, empecé a contactarme con lagunas personas interesadas en esto de trabajar con abejas y con las organizaciones, por ejemplo, el INTA y lo que en su momento era CORFO en la provincia” explicó Zambrano.
Así, mencionó que se ofrecieron cursos con personas más experimentadas en la materia, tanto desde Nación como desde la Provincia, para poder avanzar sobre estos emprendimientos productivos, “estas movidas han generado que hoy en Comodoro tengamos la asociación de Productores Apícolas, que se dedican a estos emprendimientos en distintos puntos de la ciudad, y muchos hace más de 20 años” destacó.
Actualmente, la asociación “Apicultores del Golfo San Jorge” nuclea a cerca de 20 personas dedicadas a la actividad, que cuentan con más de 150 colmenas en producción. “Van desde lo familiar, y algunos productores se dedican más a lo que es la producción de miel y sus derivados” detalló.
Desde la asociación, promueven la protección y cuidado de las abejas dentro de un entorno cercano y natural, teniendo en consideración que es un animal que se encuentra en peligro de extinción, de manera que toma trascendencia no solo como labor del grupo la producción de miel que resulta en un alimento de características nobles, sino que se busca difundir la importancia de la crianza de abejas y el trabajo importante que hacen de polinización dentro del entorno natural.
“Como apicultores, en particular tratamos de que la gente conozca al insecto y la necesidad de su protección, más allá de la actividad productiva, se busca difundir que en vez de matarlas hay que protegerlas” afirmó Zambrano.
En cuanto a la producción de miel y posterior puesta a la venta, la apicultora comentó que “son pocas cantidades de colmenas que tenemos en promedio y dependiendo del clima, sacamos entre 15 y 20 kilos en una buena temporada, de miel por colmena, entonces esta producción se vende totalmente acá en la ciudad, tratamos de llevar un manejo convencional, pero que es responsable, porque justamente hacemos lo posible para tener un producto lo más adecuado para la alimentación” y continuó “la miel de por sí es de buena calidad y la idea es mantener una calidad de producto en cuanto al lugar. Comodoro tiene un entorno natural de plantas muy diferentes, que van desde las nativas a las implantaciones, entonces es una miel que denominamos multifloral, con una característica de tener un sabor suave y color claro”.
Zambrano, indicó que prácticamente están terminando lo que sería la cosecha de esta temporada y posteriormente van a tener que preparar la colmena para entrar en hibernación, se revisa todo lo que es la parte sanitaria, porque tienen que tener tratamiento sanitario, acondicionar materiales y en paralelo, se concreta la organización para la próxima temporada.
“El productor hace la venta de todo lo que se cosecha prácticamente antes del invierno y en la chacra tiene que mantener la colmena sana y controlar, una vez que está en hibernación no se toca, asique prácticamente son meses que la abeja para un poco la actividad y a partir de fines de julio o agosto, se retoma con la salida de la colmena ya para primavera. Volvemos con el ciclo de vida de la colmena” aseguró la apicultora.
Los productores apícolas de Comodoro, además de miel en varios casos se dedican a la venta de sus derivados, como cera con hidromiel, bálsamos, propóleos, “la idea es que cada productor mantenga cantidad y su unidad productiva, que en este caso es la colmena” deslizó Zambrano, así como apuntó que los productos son comercializados en ferias y eventos donde son invitados, mientras que cada productor tiene clientela fija, porque el producto tiene muy buena aceptación.
El año pasado, por segundo año se concretó una actividad por el Día Mundial de las Abejas, evento que se realiza solo en Comodoro dentro de la provincia, en un trabajo conjunto con otras instituciones y el Municipio, en busca de la concientización mediante diversas propuestas educativas que se extienden además a las escuelas donde se llevan charlas y talleres para difundir la importancia de la abeja, que el productor pueda dar a conocer su actividad, y por supuesto, promover el consumo de miel.
“Esto permite que estemos nucleados como grupo, gestionar ayuda para el productor como en su momento lo ha hecho Comodoro Conocimiento y el INTA que han enviado técnicos, y ponernos en comunicación con asociaciones de la provincia y con la comunidad” destacó.
También planteó, “la gente se sorprende cuando mostramos que hay miel acá en Comodoro, mostramos las fotos de las colmenas en los eventos y siempre hay mucha demanda tanto de miel, como hidromiel y derivados que de a poco se empiezan a producir, la producción anual de miel se vende siempre” y agregó “hemos hecho rescates, tenemos comunicación directa con Defensa Civil, asistimos al lugar, llevamos el cajón y luego va a la chacra o al lugar donde la colmena está resguardada. La abeja se va trasladando por una cuestión natural y a veces se puede enjambrar por eso hacemos el rescate. Lamentablemente hay gente que no sabe y las mata, por eso si avisan con tiempo y por medio de Defensa Civil concurrimos”.
Los apicultores se ven afectados por el panorama económico tal como sucede con muchos emprendimientos ante la suba de valores de los insumos especialmente pero siguen apostando a la producción local, “hay insumos que tenemos que comprarlos en otro lugar, hemos hecho compras entre todos porque no se puede costear de manera individual, por ejemplo la cera estampada que es algo fundamental para trabajar no solo en lo que es el desarrollo de la colmena, sino cuando se empieza a producir miel, la madera que viene del norte, solo en eso tenemos un costo altísimo. No es solo la compra del insumo sino el transporte, tenemos todo lo que es la parte sanitaria, por ejemplo, un remedio que se vende en Bahía y diferentes lugares” y aseveró “los costos son muchísimos y todo ha aumentado, entonces obviamente tenemos que reflejar lo que es el costo y aumentar el valor del kilo de miel o de la cera misma que se produce, pero esto no quita que la venta esté asegurada”.
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