Petro Padel, una alternativa para la enseñaza

La iniciativa de la Escuelita Petro Padel, liderada por Fernando Reynoso junto al profesor Alejandro Rementería, y anteriormente con la colaboración de Pablo Ibáñez, ha sido fundamental para ofrecer un espacio de encuentro y aprendizaje del padel para los jóvenes del barrio de Km. 8 y áreas cercanas. La ausencia de lugares adecuados para la práctica del deporte motivó la creación de este proyecto, que ha contado con el respaldo de la comunidad y de "Perico", el propietario del lugar donde se lleva a cabo la actividad.

“El énfasis en la formación de amistades y vínculos sociales es destacable, ya que va más allá de la mera enseñanza del padel, contribuyendo así al desarrollo integral de los participantes. La colaboración y el apoyo de diversas personas y entidades han sido clave para convertir este sueño en una realidad palpable, proporcionando un espacio donde los jóvenes pueden reunirse, aprender y disfrutar del deporte en un ambiente inclusivo y solidario”. Estos fueron los primeros conceptos de Fernando Reynoso, uno de los instructores del establecimiento de zona norte.

Es fantástico ver cómo la Escuelita Petro Padel ha ido creciendo y adaptándose para satisfacer las necesidades de los participantes. El hecho de ampliar el horario para dar cabida a más jóvenes interesados es un testimonio del éxito y la demanda de este proyecto en la comunidad. Además, el rango de edades que abarca, desde los 6 hasta los 15 años, asegura que se esté llegando a una amplia gama de niños y adolescentes en una etapa crucial de su desarrollo.

El entusiasmo de los chicos por participar y aprender el deporte es un reflejo del impacto positivo que la Escuelita está teniendo en sus vidas. La creación de otras escuelas similares en diferentes partes de la ciudad es una señal alentadora de que esta iniciativa no solo está beneficiando a la comunidad local, sino que también está inspirando a otros a seguir su ejemplo y proporcionar oportunidades similares en sus propias áreas. Es un verdadero testimonio del poder transformador del deporte y el compromiso de personas como Fernando Reynoso y su equipo en hacer una diferencia en la vida de los jóvenes.

Es emocionante ver cómo la Escuelita Petro Padel está expandiendo su alcance y atrayendo a jóvenes de diferentes localidades. El hecho de que hayan llegado participantes desde Sarmiento, Las Heras, Pico Truncado y Caleta Olivia para el primer encuentro del año es un claro indicador del impacto positivo que el proyecto está teniendo en la región.

El reconocimiento y la confianza que la Escuelita ha ganado en otras comunidades es un testimonio de la calidad de su trabajo y el compromiso de su equipo. Este tipo de intercambio entre alumnos de diferentes localidades no solo enriquece la experiencia de los participantes al permitirles interactuar con personas de diferentes trasfondos y experiencias, sino que también fortalece los lazos comunitarios y fomenta la solidaridad entre las distintas áreas.

El continuo crecimiento y la creciente demanda de la Escuelita plantean desafíos, pero también ofrecen oportunidades para explorar nuevas alternativas y enfoques que sigan beneficiando a los jóvenes y a la comunidad en general.

Es realmente inspirador ver cómo "Perico" y su compromiso hacen posible que la Escuelita Petro Padel pueda operar de manera tan efectiva. Su generosidad al ofrecer un precio especial en el complejo es fundamental para mantener este proyecto sin fines de lucro y garantizar que sea accesible para todos los niños y adolescentes interesados en aprender y disfrutar del padel.

El hecho de que el equipo detrás de la Escuelita esté compuesto por personas como Fernando Reynoso, quienes dedican su tiempo y esfuerzo simplemente por el amor al deporte y el deseo de contribuir al bienestar de los jóvenes, es verdaderamente admirable. Su compromiso con la igualdad de oportunidades y la inclusión económica es loable, ya que asegura que ningún niño se vea excluido debido a limitaciones financieras.

La combinación de la generosidad de "Perico" y el compromiso desinteresado del equipo de la Escuelita refleja los mejores valores de la comunidad y demuestra cómo, trabajando juntos, podemos crear un impacto positivo significativo en la vida de los jóvenes y en la sociedad en general.