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Un triplete de Vilte, la CAI goleó a USMA

La visita se había adelantado en el marcador a través de Nicolás Mercado.

El partido que terminó en penumbras, premió el equilibrio del Azurro para encontrar los caminos y poder revertirlo y en el mismo plano, hasta resultó un castigo demasiado excesivo para la voluntad de un rival que nunca se sintió superado.

Es que USMA pegó con el primer acierto. Un tiro libre incluyó una invasión aérea de Cacosso y un segunda jugada en la que Mercado apareció, oportuno, para rematar a la red. La CAI intentó tomar envión con una entrada de Salas que mal perfilado, remató desviado y con otro tiro desde afuera ensayado por Vilte en su momento de mayor búsqueda. Otra vez el nueve puso en aprietos al fondo cuando volvió a encarar y su tiro cruzado terminó acariciando el poste.

El Patricio respondió siempre con orden y solidez. La dupla Cacosso-Taquías dió las garantías del caso y los retrocesos generosos y con mucho personal, le permitieron equilibrar la falta de posesión. Con la pelota esquiva y la CAI amenazante, USMA pareció resolver el acertijo que le proponía el partido, cuidando la ventaja y obligando al rival a buscar caminos alternativos.

En el regreso, el Azurro encontró respuestas y pareció jugar un partido diferente. Primero llegó al empate mediante un cabezazo de Facundo Vilte con 2’ cumplidos. Se mantuvo el juego porque la visita no resignó territorio y resistió con la persistencia de un Mercado bien rodeado.

Pero una decisión de Vilte rompió lo que parecía establecido: repentización y pegada para filtrarla en un lugar lejano, lejos de la estirada de Barrios para un 2-0 que se venía venir y después, de nuevo el punta tucumano coronó una tarde “sin siesta” e ideal, gritando el tercero de su cosecha personal, pescando un rebote en el área ya para quebrar definitivamente un partido que pareció ya mostrar otra escala de superioridad. En treinta minutos, CAI le bajó el martillo a USMA que mantuvo hasta donde pudo, el operativo resistencia. Más allá de su actitud, el equipo de Errazu ya se mostró resquebrajado en sus cimientos y sufrió a un oponente que al revés, siguió invirtiendo para estirar el resultado. El ingresado Baeza sumó el cuarto con una notable acción individual y otro que vino desde el banco, Hevia, capitalizó un error de Ulises Barrios en una salida y con un rebote desafortunado, gritó en exceso el 5-1.

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