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Represas de Santa Cruz: despiden a 1.800 trabajadores por falta de fondos.

El crédito total chino es por u$s4.714 millones, con cinco años y medio de gracia a partir del inicio de la construcción a cargo de la Unión Transitoria de Empresas (UTE), compuesta por las nacionales Eling Energía e Hidrocuyo y la empresa China Gezhouba Group Corporation (CGGC), y 15 años para el pago del capital y los intereses.

La obra lleva invertidos unos u$s1.850 millones y para esta nueva etapa se esperaban unos u$s520 millones comprometidos con anterioridad al recomabio de autoridades de diciembre pasado. Las fuentes ratifican el interés de las empresas constructoras por el megaproyecto, que aportará un casi 12% de hidroenergía extra en el país, y apelan a continuar y finalizar la obra. Pero sin fondos es imposible, admiten.

Para la continuidad de las obras en las represas patagónicas es clave la firma de la Adenda XII, que actualice los montos por inflación y reconozca gastos operativos extras durante la pandemia. Los nuevos directivos de Enarsa no egfimieron opinión en contra del proyecto y resaltaron la importancia de contar con generación limpia de energía, pero exigen tiempo para analizar los términos del nuevo acuerdo. “Nunca hubo un mensaje de que las represas no las queremos”, afirman los que conocen en detalle la trabas burocráticas. Las dudas giran en torno a las implicancias legales de la firma. Hasta el momento, los desembolsos para sostener las actividades en las represas provenían de China, pero la falta de un nuevo marco legal que despeje incertidumbres a futuro cerró las compuertas de dólares.

El crédito total chino es por u$s4.714 millones, con cinco años y medio de gracia a partir del inicio de la construcción a cargo de la Unión Transitoria de Empresas (UTE), compuesta por las nacionales Eling Energía e Hidrocuyo y la empresa China Gezhouba Group Corporation (CGGC), y 15 años para el pago del capital y los intereses.

La obra lleva invertidos unos u$s1.850 millones y para esta nueva etapa se esperaban unos u$s520 millones comprometidos con anterioridad al recomabio de autoridades de diciembre pasado. Las fuentes ratifican el interés de las empresas constructoras por el megaproyecto, que aportará un casi 12% de hidroenergía extra en el país, y apelan a continuar y finalizar la obra. Pero sin fondos es imposible, admiten.

Para la continuidad de las obras en las represas patagónicas es clave la firma de la Adenda XII, que actualice los montos por inflación y reconozca gastos operativos extras durante la pandemia. Los nuevos directivos de Enarsa no egfimieron opinión en contra del proyecto y resaltaron la importancia de contar con generación limpia de energía, pero exigen tiempo para analizar los términos del nuevo acuerdo. “Nunca hubo un mensaje de que las represas no las queremos”, afirman los que conocen en detalle la trabas burocráticas. Las dudas giran en torno a las implicancias legales de la firma. Hasta el momento, los desembolsos para sostener las actividades en las represas provenían de China, pero la falta de un nuevo marco legal que despeje incertidumbres a futuro cerró las compuertas de dólares.

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