Durante tres días se desarrolló el 27° Encuentro Internacional de Narración, en la Feria del Libro de Buenos Aires. Cuenteros, cuentacuentos y narradores de las distintas regiones de Argentina y de otros países, participaron de conferencias, espectáculos, mesas redondas y talleres de formación. A través de estas propuestas se ofrecieron diversas herramientas y recursos para actualizar y jerarquizar su rol profesional.

Antes de dar cierre al evento, se realizó en la tarde de ayer, una reunión federal de Narradores argentinos, reuniendo a quienes se dedican al arte de contar de las distintas regiones. Patagonia estuvo presente con narradores de las provincias de Río Negro y Chubut.

Mirar con otros ojos

Uno de los talleres de formación que se realizó en el Encuentro de Narración, estuvo a cargo de Javier Ceballos, quien resaltó la importancia de preguntarnos para qué contamos.

“Los adultos estamos encadenados al significado de la palabra -dijo-, el niño en cambio, está encadenado a la sonoridad de la palabra. Por ello “para trabajar con infancias tenemos que trabajar primero con nosotros mismos, para intentar entender quién es ese niño/niña, pero no desde la epdagogía o antropología, sino quién es ese niño/niña para mí”.

Consultado acerca del uso de los objetos al narrar, explicó que si bien él no utiliza títeres, ha incorporado objetos en algunas oportunidades, sobre todo cuando se cuenta a los más pequeños. “Hay que preguntarse si se necesita agregar algún objeto, -señaló- si va a sumar a la historia”.

Comentó que en una oportunidad fue a narrar y al llegar advirtió que se había olvidado el objeto que iba a utilizar, entonces se dio cuenta que como narradores, debemos tener claro que la historia no depende de ese objeto, porque “el valor lo tiene el cuento que se cuenta”.

Ceballos señaló que nunca se preguntó si era mediador o animador de la lectura, porque siempre contó cuentos por el simple disfrute de compartir historias. “El que escucha es absorbido por la historia, y el que narra es el canal”.

Finalmente, luego de jugar con palabras, imágenes y objetos, destacó la importancia de crear nuestros propios relatos, que nacen muchas veces de jugar con un simple objeto o una palabra.

Palabras rodantes

El segundo día del encuentro de narración, se presentó la Mesa redonda: Nuevos formatos itinerantes: juglares del siglo XXI.

En la oportunidad, Fernanda Gómez comentó acerca de la casa rodante cuentera, un proyecto que nació en pandemia, con la idea de salir a rodar cuentos. A partir de esta iniciativa, este año se realizó el Encuentro de Palabras Rodantes, del que participaron siete bibliotecas rodantes independientes del país, quienes crearon la Red de Bibliotecas Rodantes independientes de Argentina.

“Todo cabe en un jarrito” de Marcelo Guerrero y María Montaldo, es otra de las bibliotecas rodantes que se trasladan en un colectivo, llevando historias y juegos de un lugar a otro.

El grupo “Alegría y corazón” nació de la necesidad de llevar libros a niños y niñas de lugares remotos de Jujuy. Graciela Joaquín, comentó acerca de este proyecto que lleva adelante gracias a la generosidad de personas que donan libros.

“Regalar un cuento es un regalo para el alma”, afirmó Graciela.