El equipo inglés llegaba a este partido tras ganarle 2-1 a Eslovaquia. Los de Gareth Southgate empezaron perdiendo con el gol de Ivan Schranz pero, agónicamente, lo empataron a los 50 del complemento con el tanto de Jude Bellingham y lo dieron vuelta con el gol de Harry Kane al minuto del tiempo extra.

En la segunda etapa, el partido siguió el mismo rumbo pero con los suizos dominando los hilos del encuentro desde el principio. Este manejo del encuentro dio resultados a los 29 minutos cuando Breel Embolo rompió el cero en la soleada tarde de Düsseldorf.

Tras una serie de toques en la frontal de la medialuna del área inglesa, la pelota le llegó a Michael Aebischer sobre el vértice derecho para que recorte para adentro y meta el pase en cortada hacía la posición de Dan Ndoye casi sobre la línea de fondo del área. El mediocampista de 23 años metió un buscapié que Jhon Stones desvió en el primer palo y le dejó la pelota servida a Embolo en el segundo que se deslizó con los pies para adelante anotando el 1-0.

Cinco minutos después del baldazo de agua fría, Inglaterra respondió y se repuso del cachetazo con el gol de Bukayo Saka. Luego de varios pases, la pelota le llegó al del Arsenal sobre el vértice derecho del área para que enganche para adentro y saque un buen remate que se coló en el palo izquierdo del arquero Yan Sommer que nada pudo hacer ante un remate tan esquinado.

El empate 1-1 llevó el partido al tiempo extra en el que, en los primeros 15, Inglaterra fue más que Suiza pero la tendencia se revirtió en el complemento del suplementario. Aun así, ninguno de los dos pudo romper la igualdad y el encuentro se fue a los penales.

Por su parte, Suiza realizó una actuación formidable en esta Eurocopa pero quedó a las puertas de disputar, por primera vez, los siete partidos posibles del certamen y deberá esperar a la próxima edición de 2028 en Gran Bretaña e Irlanda.