Ferro y Nueva Generación se midieron temprano, con intenciones y buena dinámica. El local se encendió desde el juego de Ramos y el equipo de Tula decidió resguardarse con la pelota, poblando el mediocampo y acortando los circuitos de juego. En el primer acierto ferroviario, Ramos ganó en velocidad y provocó una amarilla (Rodríguez) y un tiro libre que Nicolás Soto desvío por poco. El diez puso la luz desde los botines fluo y desde su constante aparición en el juego.

El complemento se abrió desde el balón detenido. Avisó Villegas tras un doble cabezazo en el área y enseguida Daniel Mancilla definió cruzado para el festejado 1-0. Dos minutos después, lo empató Ramos con complicidad del arquero Cerrado y enseguida Mancilla volvió a tenerlo enfrente, con Soto salvando cuando la pelota pedía red y en el mejor momento del partido.

Ferro lo levantó con actitud y terminó dando vuelta la historia cuando Hidalgo convirtió un rebote en un misil inatajable para aferrarse a un triunfo que al fin, término teniendo luz propia.